El precio de la soja volvió a subir esta semana y marco otro récord en la Bolsa de Chicago. La suba se debió a una activa participación compradora de los grandes fondos de inversión, pero sin novedades de peso que justificaran alzas de hasta el 2,7%, que otra vez acercaron el valor de la oleaginosa al máximo histórico de US$ 650,74 por tonelada alcanzado el 4 de septiembre de 2012, según publicó La Nación Campo.
En efecto, al cierre de los negocios las pizarras mostraron subas de US$ 16,72 y de US$ 14,33 sobre los contratos julio y septiembre de la soja, cuyos ajustes resultaron de 634,38 y de 609,76 dólares por tonelada. Según reportes privados, se compraron unos 20.000 contratos de la oleaginosa durante la rueda, equivalentes a poco más de 2,72 millones de toneladas.
Entre los argumentos que se presentaron para agitar la ola de compras se apuntó a la chance de que finalmente la siembra de soja estadounidense no resulte todo lo extendida que estimó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), con 36,83 millones de hectáreas. Esto, por el atraso que mantienen las labores de campo. Sin embargo, más allá de las elucubraciones de los administradores de los fondos, le ventana de siembra para la soja tiene por delante varias semanas más.
Vale recordar que el lunes pasado el USDA relevó el avance de la siembra de soja estadounidense sobre el 50% de la superficie anteriormente citada, frente al 73% de igual momento de 2021 y al 55% promedio de los cuatro ciclos agrícolas precedentes. Además, en su último informe mensual, el organismo proyectó la producción de la oleaginosa en un récord histórico de 126,28 millones de toneladas, superior a los 120,71 millones de la campaña 2021/2022.
Otras razones presentadas como fundamentos de las mejoras fueron la decisión de la India de quitar aranceles en forma temporaria para las importaciones de aceite de soja y de girasol, además de una nueva suba del valor del petróleo y de la apreciación del real frente al dólar, que le resta competitividad a las exportaciones brasileñas, país donde la cosecha de soja progresó sobre el 98,1% del área apta, según informó la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil.