El consumo de carne vacuna en Paraguay para este 2017, según las últimas proyecciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), es de 28 kilos per cápita, ocupando siempre el puesto número 3 en el ranking de los mayores consumidores de carne a nivel mundial.
Los argentinos, según el informe, consumen 44 kilos per cápita al año y los uruguayos 41 kilos de carne per cápita. Es importante destacar que cada tipo de carne tiene diferentes consumidores líderes.
Hábitos de consumo. El mercado interno (principalmente en las grandes ciudades) ha cambiado en los últimos años, un mayor poder adquisitivo de la clase media. Antes la disponibilidad de cortes de carne eran cortes baratos que no correspondían a exportación.
En la actualidad, las empresas están desarrollando un mercado local más estable y más grande a precios razonables, los paraguayos ahora exigen cortes de mayor calidad. Como ejemplo de esto, la mayoría prefiere carne vacuna envasada al vacío. El asado del fin de semana sigue siendo muy popular.
Las industrias estiman que las ventas de carne de vacuna en Asunción se canalizan en volúmenes similares entre supermercados y carnicerías, mientras que en el resto del país la relación es más cercana a 30/70, según el informe del USDA.
Per cápita. El consumo per cápita de carne de vacuno para 2017 se pronostica en 28 kilos. Se prevé que el consumo de aves de corral continúe, el mismo se duplicó en los últimos diez años a 16 kilos. El consumo de cerdo es bajo, con 5 kilos por habitante. Sin embargo, los contactos de la industria indican que el producto es bien aceptado y que podría triplicarse en los próximos años.
La carne diferenciada en este momento está teniendo más aceptación en el mercado interno, el paladar de la gente está cada vez más exigente y, por ende, el productor y el frigorífico tienen que adecuarse a esa exigencia que está teniendo el consumidor final.
De unos años para acá, los frigoríficos y los productores empezaron a diferenciar sus marcas y así surgieron en las góndolas las carnes envasadas por raza de animal y por frigorífico.
Las estrategias de marketing están a la orden del día, al igual que los convenios comerciales con los puntos de ventas, todo para instalar la marca de carne en la mente del consumidor.
La carne buena no solamente se está exportando, sino que también se está quedando en el mercado interno, por eso es que de repente los productores y frigoríficos se deben adecuar.
Vale mencionar que el manejo del producto está regido por normas sanitarias de Senacsa, como el transporte en frío para la industria gastronómica y grandes cadenas de supermercados.
Carne pasa no incide. La carne podrida podrá ser motivo de alarma en la mayor parte del mundo, pero el apetito de los brasileños por la carne de res sigue fuerte.
A poco más de una semana de que las autoridades federales acusaran a por lo menos 20 empacadoras de sobornar a inspectores del Gobierno para aprobar la venta de carne de res y pollo contaminada o podrida, parece que muchos brasileños siguen comiendo sus filetes como antes, según Bloomberg.
Fuente: 5 Días